Las brocas de metal duro integral ofrecen grandes ventajas frente a las convencionales. Están fabricadas en un solo bloque de carburo de tungsteno, lo que les otorga alta rigidez y resistencia al desgaste.
Son ideales para trabajar materiales exigentes como acero templado, fundición, titanio o acero inoxidable.
Gracias a su dureza, permiten velocidades y avances más altos, lo que se traduce en una mayor productividad.
Además, su diseño optimizado ayuda a evacuar mejor la viruta, reduciendo el riesgo de sobrecalentamiento.
Aunque su coste inicial es mayor, su vida útil es mucho más larga y requieren menos sustituciones. Esto compensa con creces la inversión en entornos de mecanizado exigentes.
Si estás buscando reducir tiempos de ciclo y mejorar la calidad del acabado, las brocas de metal duro integral son una excelente opción.